Hace dos martes tuvimos una teórica en Accesorios muy copada que me vino al pelo para empezar a mostrar el trabajo de un artista. Ana Gallardo es una artista de género que realiza retratos (suyos o de otros) partiendo de historias personales que le disparen alguna idea. Me parece que es un proceso de trabajo muy interesante que personalmente, me encantó y muchas de las cosas que dijo me sirvieron. Algunas cosas que me quedaron:
Las palabras y las cosas.
Detener el tiempo.
En el dibujo se atrapa el espíritu de lo que dibujo.
Historias de vida, relatos personales.
La memoria de los objetos.
Sostener lo insostenible.
Objetos de alto valor personal.
El arte si no es terapéutico, no sirve.
Entendiendo al otro, me entiendo a mí misma.
Representar la interioridad y elementos que simbolizan momentos clave de la vida personal.
- Patrimonio -
"Por un lado una serie de objetos aparecen amontonados y sujetados a la pared de una manera bastante frágil y desesperada. Pareciera que el material que usa para mantenerlos unidos y sujetos a la pared es lo primero que encontró (curiosamente la llamada cinta de pintor) y lo que satisface mas rápidamente su urgencia. En la pared opuesta hay una aglomeración de dibujos sujetados con la misma cinta. Son estudios de objetos tales como almohadas, libros, colchones, sacos, sillones, lámparas objetos que se vislumbran entre las cintas en la acumulación de la otra pared. Pareciera que se detuvo a representarlos antes de sujetarlos de esa manera tan particular.
En Ana el pensamiento mágico del cavernícola se hace absurdo: ese personaje que ella hace de sí misma no acumula objetos, los sujeta a la pared y losrepresenta obsesivamente para poseerlos, porque de hecho ya los posee. Lo que el cazador paleolítico hace antes de ir a cazar Ana lo hace en la supuesta tranquilidad del hogar que esos objetos habitan desde hace tiempo."
Jorge Macchi.
- Identikit -
"Con el apoyo de la organización feminista Casa del encuentro, investigué la sobre la desaparición de mujeres y niñas por redes de trafico de personas.
Realicé unas series de tarjetas postales con determinados casos.
Dibuje con lápiz y carbonilla, un objeto que pertenece e identifica a cada una de estas mujeres y niñas desaparecidas.
Estas tarjetas están ubicadas en exhibidores tanto en el centro de exposición como distribuido por la ciudad, para que la gente se lleve dicha postal.
Es un trabajo en proceso, sigo trabajando, esta es la primera parte de una larga lista de mujeres desaparecidas en democracia."
- Casa Rodante -
"Durante el año 2006, Rocío, mi hija y yo, estuvimos sin casa.
La dueña del lugar en el que vivíamos nos dijo que lo necesitaba,que tenía que vender etc. Me tomó por sorpresa. Con el diario en mano, salimos a buscar hogar, pero era todo inaccesible.
Un día, un amigo, me dice que tiene una casa que esta en conflicto legal, que se esta por desocupar y que me la deja muy barata, que en un mes se resolvía el problema.
Decidimos esperarla.
Y lo que era un mes, pasó a ser dos y uno más y el siguiente y el próximo y así comenzamos a mudarnos de casa en casa y una vez por mes.
(...)
Y un día apareció Esteban, otro amigo, con una casa que nos prestaba y a la que fuimos a vivir, porque la otra nunca se resolvió y para ese entonces todos los alquileres habían subido al cielo.
En este nuevo hogar mis muebles finalmente no entraron.
Estos eran añosos y gastados, pero queridos por mí.
Muebles que heredé de afectos y que acompañaron toda la vida de Rocío.
Ellos, conformaron nuestro patrimonio y con los mismos construí nuestra Casa Rodante.
Una tarde de domingo salimos a andar por la calles de Buenos Aires."
- Tía Rosita -
"Durante dos meses Tía Rosita, una mujer de 78, reconstruyó su
historia de amor, la más importante. Le tome fotos, y grabé
todas las conversaciones que tuvimos , tratando de poner un
orden a esos recuerdos.
En la sala del Centro Cultural Recoleta, ella dibujo los objetos,
lugares, las situaciones que tenían
relación con esa historia.
Ella me contó que en su infancia y adolescencia vivía en Italia y
se enamoró de un muchacho que a su papá no le gustaba,
así que se veían a escondidas en el campanario de la iglesia del
pueblo. Una tarde su padre le compró un
pasaje en barco para venir a Argentina, en donde vivían sus
hermanos.
En el campanario de la iglesia de siempre se despidieron
hasta el otro día, ella nunca le dijo que se iba del pueblo.
40 años después Tía Rosita regreso a Italia y lo encontró de casualidad
caminando por su pueblo, fue la única y última vez que se vieron."
- La escalera -
"Se convocó por mail a todo aquel que quisiera llevar un objeto personal relacionado con una historia de amor, la que quisieran contar.
La convocatoria fue abierta y durante la exposición siguió la gente llevando cosas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario